Muchas son las circunstancias que hacen pensar que somos la primera generación en mucho tiempo que va a vivir en peores condiciones que sus padres.
Los ataques contra nuestro bienestar son variados, constantes y en ocasiones aberrantes.
Parece ser que se está aprovechando la excusa de la crisis para arrebatar derechos a la población que se ha ganado con sangre, sudor y lágrimas a lo largo de los siglos XIX y XX, muchos de ellos conseguidos por el movimiento obrero, los sindicatos, las asociaciones de vecinos, consumidores y demás colectivos civiles del pueblo.
El problema más grave y flagrante al que nos enfrentamos es el desempleo, que alcanza al 21% de la población activa, que es mucho más dramático en el caso de los y las jóvenes, con casi un 50% de jóvenes desempleados/as.
Medidas como retrasar la edad de jubilación no hacen más que impedir durante 2 años más el acceso, al mundo laboral, a su primer contrato, a los y las jóvenes. Recordemos que se ha aprobado retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67.
Además para calcular la pensión de una persona que se jubila, se ha puesto más difícil para que esa pensión sea digna y completa. Se ha aumentado el número de años que debes haber cotizado para que al llegar a los 67 puedas tener esa pensión completa. Hoy en día un 20% de la población está por debajo del umbral de la pobreza. Pero con la entrada en vigor de este retroceso en la edad legal de jubilación se va a aumentar hasta un 40%. Casi la mitad de la población no tendrá ingresos suficientes para no hallarse estadísticamente por encima del umbral de la pobreza.
Esto es provocado por las reformas acometidas por el Gobierno, medidas estas muy demandadas por la Banca, las Grandes Empresas y los sectores más pudientes.
¿Cómo nos afecta a los más jóvenes? Pues impidiéndonos acceder al mercado laboral hasta los 30 años, más o menos, teniendo menos posibilidades de cotizar los años suficientes para la pensión completa. Debemos cotizar un mínimo de 37 años para que esto sea una realidad. Y esto quiere decir que debemos trabajar desde los 30 años hasta los 67 sin ningún periodo de tiempo sin haber trabajado. Pobre del que llegue a los 30 y no tenga un trabajo estable.
La razón más sonada para el retraso en la edad de jubilación es que la esperanza de vida ha aumentado mucho en nuestro país, algo que es cierto. Pero no ha aumentado igual en todas las clases sociales. En escritos del prestigioso profesor Vicenç Navarro explica que la esperanza de vida puede llegar a diferenciarse en 10 años dependiendo de la clase social y sector laboral al que se pertenece. Él hace la siguiente secuencia lógica: un obrero sin cualificar vive 2 años menos que un obrero cualificado, que vive 2 años menos que un profesional de altísima cualificación, que a su vez vive 2 años menos que un pequeño empresario, que a su vez vive 2 años menos que un empresario de nivel medio, que a su vez vive 2 años menos que un dueño de una multinacional. Al final de esta secuencia ya tenemos la diferencia de 10 años en la Esperanza de vida entre los dos extremos de la misma (simplificando las explicaciones del profesor Navarro). Con lo cual cabe hacerse la reflexión de que un obrero sin cualificar debe trabajar 2 años más para pagar las pensiones de otras personas, y disfrutar 2 años menos de su propia pensión.
Pero la cosa no acaba aquí, el verano pasado, coincidiendo con la triunfal final del mundial de fútbol entre España y Países Bajos (Holanda para los amigos/as), se aprobó una reforma laboral que daba una estocada a los derechos de los trabajadores y trabajadores condenándonos a la precariedad laboral y a pagar nosotros/as mismos, mediante nuestros impuestos, parte de los eventuales despidos que podamos sufrir, o de los despidos que sufran otros trabajadores (antes de julio de 2010 la indemnización por despido era de 45 días de sueldo por año trabajado y ahora es de 20 días por año trabajado, de los cuales el Gobierno, con dinero de nuestros impuestos, paga hasta 8 días de sueldo por año trabajado a cada despedido o despedida).
Con el mercado laboral que teníamos, ya bastante maltratado por diferentes reformas, lo más frecuente eran los contratos temporales frente a los indefinidos (fijos, pero no exactamente). Con la mencionada última reforma, contrariamente a lo que nos dijeron nuestros gobernantes, los contratos indefinidos casi han desaparecido (son menos del 8% de los contratos que se firman). Por otro lado se ha ampliado la edad hasta la que los jóvenes podemos ser contratados con contratos de prácticas de 25 a 30 años.
Con lo cual, el panorama que tenemos es el descrito: falta de salidas laborales, jóvenes muy cualificados/as, precariedad laboral, agravamiento de la situación con atención al género (feminización de la crisis según algunos autores), y condena a pensiones tardías y de menos calidad (los bancos se frotan las manos, si las pensiones públicas son una pena, los ciudadanos invertirán sus ahorros en pensiones privadas, luego se entiendo por qué han pedido estas reformas tan fervientemente).
Todo esto forma parte del paquete de medidas que el gobierno ha puesto en marcha para salir de la crisis (haciendo caso a los que han provocado dicha crisis) junto con el recorte del gasto público con el consiguiente deterioro de sectores públicos como sanidad y educación (pilares básicos de nuestro bienestar).
Ante esta situación son numerosos colectivos civiles los que han alzado la voz como respuesta a esta salida en falso de la crisis, que pone los cimientos para la próxima. Son colectivos como “Jóvenes Sin Futuro” que se manifestaron en Madrid el 7 de abril para pedir una solución a la crisis mirando a la cara a los más necesitados, mirando por los intereses del pueblo. Exigiendo que se tenga en cuenta su voz y pidiendo una alternativa de vida para ellos.
Otros colectivos como “DemocraciaRealYa”, prepara una movilización de similares características (aunque no solo centrándose en la situación de los jóvenes), pidiendo una salida social de la crisis sin castigar a los más débiles con hacer recaer el peso de la crisis sobre ellos. Es injusto que quien provoca la crisis, salga limpio y quien la padece la pague. Invito a todas aquellas personas que quieran pasen por su página web
(http://democraciarealya.es/), lean el manifiesto que han elaborado y sus propuestas para salir de la crisis. Como ejemplo: acabar con los privilegios de la clase política, endurecer la legislación en cuanto a corrupción, prohibir la jubilación a los 67 mientras exista paro juvenil, aumentar los impuestos a los bancos, convocar referéndums antes de aplicar políticas que vengan impuestas por la Unión Europea, abolir la Ley Sinde, etc.
El día 15 de mayo hay convocadas manifestaciones en casi todas las ciudades de España (capitales de provincia y algunas ciudades más). Para pedir estos derechos y mostrar de una manera pacífica, cívica y organizada el malestar y la indignación que provoca la actual situación de crisis económica, ética e incluso de civilización.
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